Ola de rumores sobre la familia imperial japonesa

La semana pasada, cuando un funcionario de la Agencia de la Familia Imperial anunció repentinamente que la princesa Aiko, de 8 años, se negaba a ir a la escuela debido al maltrato que sufría, hizo algo más que revelar un problema mundano de una de las integrantes de la antigua y reservada monarquía japonesa.

Además, agregó un nuevo capítulo a uno de los más fascinantes pero misteriosos dramas de Japón: los siete años de depresión y encierro de la madre de Aiko, la princesa heredera Masako, una ex diplomática que estudió en Harvard. Aiko es la única hija de Masako y del príncipe heredero Naruhito, y es de conocimiento público que la niña es uno de los pocos motivos de alegría de la perturbada princesa heredera.

El nuevo episodio volvió a situar la desdichada historia de la princesa Masako bajo las duras luces de la prensa sensacionalista japonesa. Los medios describieron su boda, realizada en 1993, como el cuento de hadas de una plebeya que se casa con un príncipe, pero después la prensa la criticó con dureza por su incapacidad de dar a luz un heredero varón del Trono del Crisantemo (como suele denominarse al trono imperial de Japón). En general, se considera que esa tremenda presión contribuyó a lo que parece haber sido un colapso nervioso de la princesa.

Desde el anuncio de la semana pasada, la princesa Masako, de 46 años, salió de su aislamiento para llevar a su hija a la escuela e, incluso, para sentarse con Aiko en su aula de segundo grado. Algunos comentaristas especularon con la posibilidad de que los problemas de su madre hicieron de Aiko una niña hipersensible o emocionalmente frágil.

La pregunta ahora es si el informe de que su hija era maltratada logrará que los japoneses se muestren más solidarios con el estado psicológico de la princesa o sólo servirá para redoblar las críticas contra ella. Algunos dijeron que los problemas de Aiko podrían incluso alimentar la creciente demanda de los conservadores de que su padre, de 50 años, se haga a un lado y abandone su posición como sucesor de su propio padre, el emperador Akihito, de 76 años.

"Mucha gente no querrá que una familia tan poco saludable se convierta en emperador y emperadora", dijo Akira Hashimoto, ex condiscípulo del emperador Akihito, que escribió varios libros sobre la familia imperial. "Si los problemas de Aiko persisten, eso sólo servirá para que se ejerza aún más presión sobre el príncipe heredero."

Revelación sin precedente

La atención generalizada sobre el tema surgió ayer, cuando el gran maestro de la Agencia de la Familia Imperial dijo que Aiko se quedaba en casa sin asistir a clases debido a dolores estomacales y a ataques de angustia. El gran maestro, Issei Nomura, reveló luego que la agencia creía que la princesa había sufrido "actos de violencia" por parte de niños que asistían a su escuela, aunque no ofreció detalles.

Esta declaración, aparentemente espontánea, carece de precedentes en boca de alguien que pertenece a los reservadísimos círculos íntimos de la familia imperial, muy apegada a la tradición, e inmediatamente desencadenó una frenética cobertura en los medios locales.

Algunos artículos criticaron al gran maestro por reaccionar exageradamente ante un problema común que deben enfrentar los padres de otras clases sociales. Sin embargo, las palabras más duras se reservaron para la escuela primaria de elite Gakushuin, de Tokio, que se creó hace más de un siglo para educar a la aristocracia japonesa de preguerra.

Los semanarios sensacionalistas informaron que la escuela permitió que los estudiantes corran, griten en clase y luchen en el patio de recreo? conductas comunes en otras escuelas, pero inaceptables en una elegida por la familia imperial.

Un director de la escuela dijo que Aiko se asustó después de que dos niños chocaron accidentalmente contra ella. "No nos enteramos de ningún acto de maltrato dirigido contra Su Alteza", señaló. No obstante, circularon rumores de que el incidente podría provocar que la familia imperial cortara toda relación con la escuela.

De manera indirecta, el episodio aumentó la preocupación de algunos conservadores respecto de si el príncipe Naruhito está en condiciones de asumir el trono. Algunos analistas preguntaron cómo podría el príncipe heredero cumplir con sus deberes como emperador con una esposa incapacitada y, peor aún, ahora que su hija no puede ir sola a la escuela.

Naruhito también compartió las acusaciones lanzadas contra su esposa debido a su incapacidad de tener un niño, que desencadenaron un debate político sobre si habría que romper siglos de tradición y permitir que una mujer asumiera el Trono del Crisantemo, una de las más antiguas monarquías hereditarias del mundo. Este debate se interrumpió hace tres años, cuando la esposa del hermano menor del príncipe heredero, el príncipe Akishino, dio a luz un hijo; aseguró así un sucesor varón al menos para una generación más.

Otros, sin embargo, dijeron que el incidente podría tener el efecto contrario e inspirar compasión pública hacia la princesa Masako. Expresaron que podría lograr que la princesa pareciera menos distante: una madre preocupada por el maltrato hacia su hija, un problema muy común en el sistema educativo japonés.

"Causará en la psiquis pública la impresión de que la princesa Masako tiene problemas semejantes a los del resto de nosotros", dijo Takeshi Hara, un profesor especializado en monarquía en la Universidad Meiji Gakuin. "Eso podría generar un mayor apoyo para ella y el príncipe heredero."

Share on Google Plus

About Collective Triforce

Somos un medio de comunicación online sin fines de lucro, el cual nació desde el 2007 con la inquietud de difundir la cultura Japonesa, pero a través de los años se fue diversificando hasta llegar a ser lo que es hoy. Un medio de comunicación "De Fans para Fans" .
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario